Adam Cole, el cofundador de la desaparecida Football Index, vuelve a la palestra con una nueva empresa, KiX. Se trata de una plataforma de compraventa de futbolistas que se parece a su predecesora. La quiebra de Football Index en 2021 hizo que los usuarios perdieran unos 90 millones de libras en acciones virtuales de futbolistas. Los clientes tuvieron unas pérdidas medias de unas 3.000 libras, aunque muchos perdieron bastante más.

De Football Index a KiX

Cole, (arriba), consejero delegado de Football Index, cofundó la empresa con Mike Bohan. A pesar de su silencio en las redes desde un comunicado de mayo de 2021 en el que expresaba su desolación por la caída de la empresa, Cole ha reaparecido como inversor y asesor de KiX. Esto ha sido recibido con decepción por las víctimas de Football Index. El activista David Hammel lo ha descrito como una “verdadera patada en los dientes”.

KiX, al igual que Football Index, permite a los usuarios operar con futbolistas y conseguir recompensas en función de su rendimiento. Sin embargo, KiX opera con un modelo y una estructura diferentes: negocia futbolistas en forma de tokens no fungibles (NFT) y utiliza criptodivisas. Aunque algunos lo ven como un uso emocionante e innovador de la tecnología, otros lo ven como un vehículo arriesgado para especular.

La plataforma KiX reconoce las similitudes con Football Index, pero insiste en que es una plataforma completamente nueva. A pesar de la implicación de Cole, un portavoz de KiX confirmó que no tiene participación ejecutiva a nivel operativo o de consejo de administración. El portavoz también aclaró que Cole no es empleado ni accionista y que no recibe ningún salario de KiX.

La historia de Football Index y KiX es una advertencia en el mundo de las plataformas virtuales de negociación. A medida que se desarrolla, las víctimas de Football Index tienen que lidiar con las consecuencias de sus inversiones perdidas. Por otro lado, el resto seguiremos de cerca cómo KiX sigue los pasos de su predecesor o traza un nuevo camino en el mundo del comercio de fútbol.

Errores y descuidos

La caída de Football Index, una plataforma prometedora de negociación virtual, fue un acontecimiento complejo desencadenado por una serie de errores y descuidos. BetIndex, la empresa responsable de Football Index, tergiversó la naturaleza de su producto en la solicitud de licencia que presentó a la Comisión del Juego y no informó de los cambios necesarios en su producto. La falta de transparencia empeoró por la propia falta de control regulador de la Comisión del Juego, que no examinó a fondo el producto y el lenguaje de BetIndex.

La mala gestión financiera desempe?ó un papel importante en la quiebra de la plataforma. Pocos días antes de caer, se descubrió que Football Index estaba “acu?ando” y vendiendo nuevas “acciones”. Fue un movimiento que planteó serias dudas sobre las prácticas financieras de la empresa. La Autoridad de Conducta Financiera (FCA) también fue objeto de críticas por su gestión del caso. Recibió críticas por su lentitud a la hora de responder a las peticiones de la Comisión del Juego y por la incoherencia de sus mensajes sobre las responsabilidades regulatorias. El fracaso de la FCA contribuyó aún más a la desaparición de la plataforma.

En esencia, Football Index era una plataforma de negociación de alto riesgo, que permitía a los usuarios operar con derivados que provocaban importantes pérdidas financieras. Al colapsar la plataforma en 2021, los usuarios perdieran unos 90 millones de libras en acciones virtuales de futbolistas. Las secuelas de la catástrofe siguen resonando y muchos usuarios aún sienten el trauma de sus inversiones perdidas y el impacto que ha dejado en sus vidas.

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