Crown Casino de Melbourne ha recibido directrices estrictas del regulador de casinos, juegos y licores del gobierno del estado de Victoria para frenar la ludopatía. Se impondrán y aplicarán límites sobre el tiempo que una persona puede jugar y el que debe esperar para volver a la sala de juego.

El gobierno ha declarado que está explorando esta dirección de acuerdo con la recomendación 11 de la Comisión Real. En ella, se afirma que recae sobre los operadores de casinos prevenir y/o vigilar los da?os causados por el juego.

Los detalles de la política establecen que el casino Crown debe imponer un descanso de 15 minutos a cualquier usuario que lleve activo 3 horas seguidas. Aquellos que hayan jugado más de 12 horas en un periodo de 24 deberán tomarse un descanso de 24 horas. Por último, no se permite a nadie jugar más de 36 horas en una semana.

El personal del casino Crown tiene la capacidad de excluir a cualquier persona de la sala de juego. Además, se les han dado instrucciones sobre cómo y cuándo deben interactuar con una persona que muestre signos da?inos. Acciones como animar a un cliente a tomarse un descanso y recomendarle servicios de ayuda.

El castigo por incumplimiento o infracción de estas directivas ya se ha fijado en un máximo de 100 millones de dólares australianos (67 millones de dólares estadounidenses). Cualquier infracción merecerá una sanción o medidas disciplinarias por parte de la Comisión de Control del Juego y Casinos de Victoria.

Melissa Horne, ministra de Regulación de Casinos, Juegos y Licores de Victoria, subrayó las expectativas que tiene puestas en que el casino Crown se convierta en un líder mundial en reducir da?os derivados del juego. Además, expresó la extrema intolerancia que su órgano de gobierno tendrá por todo lo no sea un éxito rotundo.

Es normal que directivas como estas se estén aplicando en Australia. En 2017, se estimó que 200.000 australianos tenían un “problema importante” con el juego. Una cifra que, a juzgar por el obsceno aumento de los ingresos, solo puede haber crecido.

El juego en Australia es uno de los mayores mercados mundiales y lo es desde hace tiempo. Así que tiene sentido que una industria tan lucrativa proteja a sus clientes. Al fin y al cabo, ellos son quienes gastan dinero para mantener la industria a flote.